6/10/8 Me gustaría...

Me gustaría confiar en mí... en este destino que se me acerca... pero no puedo... tengo miedo... sigo teniéndo pánico, como cuando mi madre apagaba la luz y me dejaba a oscuras... no te puedo ver... todavía no ... aún no.... Necesito abrazarte, besarte, sentir tus caricias... necesito que me digas que nada podrá separarnos... parece que estás ahí... pero abro los ojos y ya no te vuelvo a ver....Sí tuvieras una ligera idea de lo que siento por tí... quizás tú serías el que temblarías...

Comentarios

Velvetina ha dicho que…
En cada uno de los últimos comentarios que estoy leyendo de ti, sólo me aparece una palabra en la mente. No es miedo, no es duda, no es ilusión... Es sencillamente amor. Amor por una persona, por la vida o por lo que haces, pero amor al fin y al cabo.
No dejes que este bello sentimiento se escape de tus manos.

Un beso

Velvetina
Unknown ha dicho que…
Ainss ese miedo, esas dudas...cuantas veces las he sentido yo...pero tranquila, que tu ángel cuida de tus sueños y los protegerá...
Lucha por esto niña, es muy grande, es maravilloso, es tuyo...
Marí ha dicho que…
Tienes razón Velve...

Vero.. ojalá.. ojalá...
Unknown ha dicho que…
Da un poco de miedo, pero es bonito. Tener tanto que perder es bonito.
A veces te entra el pánico, te olvidas de respirar, pero sabes, hay algo hermoso en todas las imperfecciones. Una hermosura que él realzó para que tú la vieras, una fuerza que nadie podrá quitarte jamás.
Aguabella ha dicho que…
Diselo, no te quemes el alma y saca ese suspiro de amor, algo tan bonito no puede quedar dentro...dejalo salir.

Besitos guapa
Anónim@ ha dicho que…
Me tienes preocupada con todo lo que escribes ultimamente ...

Mil besos y mil achuchones con todo el cariño del mundo mi niña
Astrágalo ha dicho que…
ya te digo.....si ya estoy temblando, solo de pensar que sera irremediable darte el joio divorcio, no puedo luchar con su sonrisa que te cautiva tanto.

Entradas populares de este blog

A MI GRAN PADRE CORAJE, A MI GRAN AMIGO PACO ....

1 de Diciembre...

SARA MORALES: LA HUELLA DEL SILENCIO